Cursos para trabajar en Energía

Hay muchas formas de dedicarse a una profesión que tenga que ver con la ecología. El mejor de todos es escribir un blog sobre economía ecológica, pero como ese ya está cogido, vamos a ver otros (nótese la broma). A lo serio, dentro de este sector hay muchas variantes, están desde los que se dedican al activismo puro y duro y que prestan todos sus servicios sean los que sean a organizaciones no gubernamentales. Es el caso de muchos abogados, técnicos ambientales, geólogos, biólogos y así hasta seguir en un largo etcétera de profesiones que ayudan a esta labor. Véase, por ejemplo, la pagina web de greenpeace que adjuntamos que se pregunta «qué puedes hacer tú«.

Pero otro tipo de trabajos requieren una formación para poder dedicarse a ellos, no solo es necesaria formación universitaria sino que además se necesitan otro tipo de actitudes o destrezas para desenvolver correctamente el puesto. Es el caso, por ejemplo, de todos los técnicos que trabajan dentro de las estaciones fotovoltaicas o de los molinos de viento. Un empleo muy de moda, por cierto, al que muchos másters y cursos además de la formación profesional se están sumando con presteza.

Otro de esos puestos de trabajos se adecua al perfil de certificador energético. En este caso entran dentro otros perfiles que también resultan interesantes. De hecho, y como idea germinal precisamente de este post, he comprobado que en otros blogs hablan del programa CE3x, necesario para hacer este tipo de certificaciones. Es otro de los aspectos dentro de la economía ecológica que es necesario abordar, no deja de ser una de las patas fundamentales que articulan la temática que nos ocupa, todo lo relacionado con la ecología y que se cuela dentro de la economía.

En el caso del certificador de energía no hay que olvidar que examina nada menos que la emisión de CO2 de las viviendas tomando en cuenta elementos como sus materiales de construcción así como los elementos del interior de las viviendas. Es algo fundamental para conocer el consumo de nuestras viviendas. Una parte de la economía ecológica.

Nueva ecología

Después de un tiempo, es importante volver con nuevas ideas. La ecología cada vez se está convirtiendo más en un negocio y, por una parte, agradezco que sea así. No es hasta que nos toca el bolsillo una cosa, cuando la hacemos caso. Todo eso visto desde una óptica catastrofista. Pero es cierto, se agradece que las marcas, aunque sea desde una visión puramente capitalista y comercial, utilicen todo lo relacionado con la ecología. Lo hacen para vender más, pero también de paso nos llevamos en cambio un beneficio para la ecología.

Me refiero a todos los temas relacionado con el etiquetado de los frigoríficos, lavadoras, etc, el pequeño y gran electrodoméstico en resumen. Todo el tema de las etiquetas ahora es importante para vender, un frigorífico que tenga la calificación B al lado de uno que tenga la calificación A, va a ser menos jugoso para el comprador, aunque la rebaja en el precio sea significativa. El poder de una etiqueta pesa mucho, de hecho es muy dificil resistirse a comprar una A, antes que una B. Puro marketing, puro beneficio.

Pero al lado de ello tenemos el evidente beneficio para el ahorro energético global, si ni siquiera existiese ese boom de la calificación energética y que ya hemos mirado en anteriores post, no existiría beneficio alguno. Es de reseñar el beneficio que nos llevamos todos de paso, que aunque no sea el objetivo principal de estas compañías, nos llevamos todos y el planeta regalado. Regalado no, pero bueno.

Por eso debíamos ahondar más en este tema que consideramos interesante para todos los lectores, esta nueva ecología que se abre paso en nuestros supermercados con la marca «BIO» líder de ventas. Debemos aprovechar esta inercia, todo ello sin olvidar el verdadero beneficio de estas compañías, pero agradeciéndoselo de una forma indirecta.